Si nos paráramos a pensar la relevancia de las decisiones financieras que tomamos cada año, o durante nuestra vida, y con qué nivel de asesoramiento independiente contamos para ello, seguramente seriamos conscientes que es necesario reforzar este aspecto. Solo el 3% de los ciudadanos en nuestro país hacen uso de un asesoramiento financiero independiente, pero además, según el estudio realizado por el IEB y publicado en el “Anuario sobre el asesoramiento financiero e inversión en España”, solo un 10% de los españoles saben lo que es un asesor financiero independiente, con lo que hay por delante una amplia labor de comunicación.
Al igual que pedimos una segunda opinión cuando tenemos alguna cuestión que afecte a nuestra salud o algún asunto jurídico contractual en el que dudemos, es bueno que, como inversores, ahorradores o ciudadanos, generalicemos el acudir a un asesor financiero independiente antes de tomar una decisión. Los riesgos y las consecuencias de adoptar decisiones financieras sin contar con un especialista independiente y comprometido, pueden ser relevantes. Más aún, después de lo que hemos vivido financieramente estos últimos años y el aumento de los factores globales que pueden afectarnos. Pero además de ser conscientes de la necesidad creciente de disponer de asesoramiento financiero independiente, hay que elegir bien. Para que la búsqueda tenga un buen fin a largo plazo, hay que basarse en ciertos principios o puntos clave, que se deberían exigir a cualquier asesor financiero. Entre los principales aspectos a tener en cuenta a la hora de elegir a nuestro asesor financiero especializado están: capacidad, experiencia, compromiso, honorabilidad profesional, transparencia, estar regulado, implicación en la formación financiera del cliente-inversor, actualización de su propia formación como asesor y, por último, tener un buen historial en la actividad de asesoramiento. De todos estos puntos, de forma recurrente se hace mucho hincapié en la independencia.
No hay que olvidar que en España más del 90% de la distribución y asesoramiento en inversión financiera se realiza desde los bancos u otras entidades financieras, a diferencia de otros países europeos como Reino Unido o Suiza donde este tipo de distribución y/o asesoramiento se canaliza, mayoritariamente o de forma muy relevante, a través de asesores financieros independientes. Pero los adjetivos o los nombres que se ponen a un profesional, no son lo relevante, sino el cumplimiento de ciertos puntos y una actitud clara de defender los intereses del cliente por encima de todo. Que un profesional o una compañía con actividad de asesoramiento financiero, informe o difunda que es independiente, no es suficiente. La base de un buen asesoramiento profesional especializado está en su experiencia, en su profesionalidad en el servicio y en su compromiso con el cliente. No hay que olvidar que un asesor financiero solo tiene un buen futuro si sus clientes hablan bien de él, de su empresa y de sus servicios.
Espero y deseo que tras leer todas estas reflexiones, tome el mejor camino como inversor, ahorrador o ciudadano, dentro del servicio de asesoramiento financiero que seguramente necesite, y que tenga en cuenta las claves de cómo se puede diferenciar a un buen profesional. Un profesional financiero que le proteja y le ayude con su patrimonio y sus decisiones financieras, de todo tipo, durante su vida.